martes, 12 de abril de 2016

Jugar es salud para tu gato.

   Aunque tengas la agenda muy apretada y creas que tu gato tiene suficiente con los mimos y caricias que le das, es importante que encuentres tiempo para jugar con él. Con vuestras sesiones de juego desarrollará las habilidades físicas y sociales que necesita en todas las etapas de su vida. Tengan la edad que tengan, ¡los gatos nunca dejan de jugar!




En la naturaleza los animales juegan cuando son pequeños: el juego les ayuda a practicar las habilidades que de adultos necesitarán para cazar, luchar o aparearse. Los gatitos no son una excepción y para ellos también el juego es una escuela importante que les ayuda a mejorar su coordinación motora, desarrollar habilidades físicas, como saltar o trepar, y conocer las características de su entorno, como las diferentes texturas, la estabilidad de los objetos, etc. Si además se trata de juego social, el gatito aprende también a inhibir la mordida y a comunicarse de manera más efectiva, mientras se consolidan los lazos afectivos con sus compañeros de juego.
Pero pese a las grandes ventajas del juego durante el crecimiento, los gatos no dejan de jugar una vez adultos y en este artículo encontrarás 10 buenas razones para seguir jugando con tu gato.
1. Organizar sesiones de juego puede servir para enseñarle la forma adecuada de jugar antes de que desarrolle su propio estilo de juego… acechándote en el pasillo, mordiendo la primera mano o pie que se mueva a su lado o haciendo algún que otro destrozo en casa.
2. El juego puede ser una herramienta importante para educar al gato y modificar algunas de sus conductas: por eso muchos protocolos para solucionar conductas problemáticas del gato incluyen una rutina de sesiones de juego.
3. Favorece la adaptación al ambiente y puede servir para que el gato supere sus miedos. Su nivel de confianza aumenta a medida que atrapa sus presas de juguete y, si mueves el juguete de manera “estratégica”, puedes conseguir que el gato explore más su entorno.
4. Disipa las tensiones, alivia el estrés y previene el aburrimiento. Por ello forma parte de todos los programas de enriquecimiento ambiental para gatos que viven en casa y no tienen acceso al exterior. 
5. Ayuda a perder peso. En cualquier programa de reducción de peso, un pienso light no suele ser suficiente: hay que aumentar el nivel de actividad para conseguir que el gato recupere su peso ideal.
6. Mantiene al gato en buena forma física y, gracias a la estimulación mental que proporciona, puede ralentizar los efectos del envejecimiento cerebral.
7. Ayuda a regular los patrones de sueño en los gatos que se despiertan muy temprano. En este caso, una sesión de juego justo antes de ir a dormir podría mejorar la situación.
8. Consolida el lazo afectivo entre tu gato y tú. 
9. Es parte de la vida normal de un gato. 
10. !Es divertido! Y no sólo para tu gato.
Así que reserva unos minutos cada día para jugar con tu gato. Lo ideal serían un par de sesiones de juego de 10-15 minutos cada una, organizadas en los momentos de mayor actividad del gato, como al anochecer, pero también puede ser útil hacer una sesión de juego antes de irte a trabajar y dejarlo sólo todo el día. Si además combinas esta rutina de juego social con una colección de juguetes para que se entretenga cuando está solo, le ayudarás a mantenerse activo y a tener una buena calidad de vida.

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